La obtención de una buena cosecha no es más que el acierto en la consecución de una metodología, que comienza en la fase de acumulación de reservas invernal, y termina en la recolección de la misma.
La brotación de primavera y la posterior floración son procesos fisiológicos clave en los cítricos para alcanzar mayor eficiencia productiva y de calidad de los frutos, al tratarse de las primeras etapas del proceso productivo.
Los cítricos a final de invierno y principios de primavera con el aumento de las temperaturas y el alargamiento de los días inician progresivamente su actividad vegetativa. Es el momento en el que se produce la activación y salida de nuevos brotes, las raíces comienzan a activarse, la absorción de nutrientes está limitada por las bajas temperaturas.
Es imprescindible aportar carbohidratos, macro y micro elementos y fitohormonas mediante tratamientos foliares y radiculares a partir de salida de botón, para favorecer la síntesis de proteínas e hidratos de carbono y promover el inicio de la actividad fisiológica de la planta, iniciar la formación de hojas y flores con objeto de estimular a nivel energético y fitohormonal la calidad de las flores.
¿Podemos influir en la calidad de la floración?
Si, en la fase de reservas, en plena parada invernal, donde la planta tiene que acumular en las yemas cantidad suficiente de micro elementos, nitrógeno y azúcares para una deseada brotación a la salida del invierno, cuando las temperaturas del suelo ya superan fácilmente los 12ºC.
¿Cómo influir sobre la calidad de la floración?
La presencia de hojas es fundamental para la producción de carbohidratos (sacarosa principalmente) necesarios para suministrar la energía necesaria para la división celular del fruto, aparte de que estimula su desarrollo. Por tanto, en la etapa de arranque, es necesario la aportación de nitrógeno, carbono - hidrógeno y otras sustancias hormonales naturales.
¿Cuáles serían los objetivos?
1) Regular la intensidad de floración para conseguir un aumento del cuajado inicial y el cuajado final que acaba dando lugar al fruto comercial.
2) Conseguir llevar a la planta a un nivel de brotación elevado, frente a la floración, para así ver menos comprometida su evolución a fruto.
3) Dotar a la flor de suficiente “fábrica” de carbohidratos, en forma de nuevas hojas.
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